El Diálogo de Voces ha sido desarrollado por la pareja de psicólogos americanos Hal y Sidra Stone.
Con profundas raíces en el concepto del Ego de Freud y la psicología de Jung, nace a partir de los 80 y se ha extendido por numerosos países. El método está ampliamente documentado en cinco libros publicados por los Stone y fundamentalmente en "Embracing Our Selves, The Voice Dialogue Manual" (1985). Me propongo en breve tenerlos a vuestra disposición en español.
Resumen de los pasos del método:
Intervinientes:
1.- "Facilitador": es el que conoce el método
2.- "Sujeto": la persona que desea descubrir y despertar su Ego Consciente.
Fases:
I.-descubrimiento de nuestros "Yo" primarios que son lo que llamamos personalidad. Es el momento de definirnos, de ver cómo actuamos, quién nos cae mal o a quien admiramos. Es el momento de separarnos de nosotros mismos y "atestiguar" quien está al mando en cada momento.
II.- Experiencia: es el momento o los momentos en nuestra vida cotidiana en los que nos damos cuenta de "quién" está actuando en ese momento: la Madre Complaciente que dice si al niño para que no llore o el Perfeccionista que no te permite entregar el informe que te han pedido, o el Colérico que no soporta el atasco de tráfico o.... Es el momento de descubrir nuestros "Yo" desatendidos.
III.- Despertar el Ego Consciente: desde la visión consciente de quién somos, podemos, como un helicóptero de tráfico que ve todo el conjunto, tomar el camino con la libertad de ser conscientes de las opciones. No estaré obligada a hacer caso al niño que llora "por que yo soy así" sino desde la consciencia de los opuestos podré, en libertad, tomar la decisión que la inspiración de una conciencia ampliada me brinde. Posiblemente tome la misma decisión que cuando estaba dormida, pero lo haré con la alegría de actuar desde la libertad. Y los demás lo notarán, estaré alegre con mi decisión.
El proceso dura inicialmente unas 7 sesiones y en función del interés del sujeto se puede modificar.
Una vez que el facilitador le explica al sujeto el método, se hace un primer "mapa del territorio" es decir se anotan los "Yo" primarios del sujeto. En principio suelen aparecer cuando hacemos una descripción de nosotros mismos o exponemos los sentimientos que despiertan las cosas que nos preocupan.
Con el "mapa" en la mano, el facilitador le pide al sujeto hablar con el "Yo" Controlador. Comentan cuál es su función, como le va con los sentimientos, etc, Una vez terminado, el facilitador le pide al Controlador permiso para hablar con otro de los "Yo" que ya tendremos en el mapa: el Crítico, el Complaciente, el Egoísta etc, Una vez concedido el permiso pedimos hablar con el "Yo" y para ello le pedimos al sujeto que se mueva a un lugar dónde él piense que ese "Yo" pueda estar a gusto: otra silla, un rincón, etc. Una vez en este lugar el facilitador pide hablar con el "Yo" y establece un diálogo con él. Una vez terminado el diálogo le pide que vuelva a su sitio original.
El proceso continúa con otros "Yo" con los que queramos hablar, o podemos dejarlo para otra sesión.
Los diálogos pueden durar desde cinco minutos hasta un par de horas.
Lo realmente importante de todo este proceso, es que el sujeto: María, Andrés, Pepe o Antonio habrán estado escuchando. A partir de este momento ya tienen acceso a sus demandas internas, son un poco más conscientes y su vida ya no volverá a ser la misma. Se producirá un cambio maravilloso que nos producirá sensación de paz y de apertura de conciencia.
En Diálogo de voces no es necesario que el facilitador sea un experto interpretando síntomas o reconociendo estados más o menos intensos en el sujeto. El diálogo es desde el sujeto y para el sujeto. El facilitador conoce el método y facilita el ambiente para que los "Yo" puedan sentirse seguros y se animen a hablar.
En realidad a esto que llamamos "Yo" lo podíamos llamar también "energías" que es lo que en realidad son. No es que tengamos habitantes dentro de nosotros, aunque a veces sus deseos, ansiedades y formas de expresarse lo parezcan. Es importante la conexión energética del facilitador con la "energía" o el "Yo" que queremos facilitar. Esta conexión del facilitador experimentado hace que la energía del sujeto sintonice y se exprese como un instrumento bien afinado que acabará formando parte de la orquesta maravillosa del Ego Consciente.
